A ninguna parte.
Es adonde vamos como humanidad.
Blog del sitio www.fotoma.com.ar. Por Néstor Botta

Según un artículo de la National Geographic, en china este chico se está robando gas de un gasoducto y se lo lleva ¡en esa bolsa y en triciclo! 
(Texto de Eduardo Galeano, tomado del sitio Patriagrande)
Hiladio Sánchez vive en la oscuridad, como los murciélagos. Como los murciélagos, ve por los oídos. Pero los murciélagos no saben sacar fotos, Hiladio es fotógrafo, y de los buenos.
Era jugador de futbol, y de los buenos, hace veintipico de años. Jugando para la selección nacional de Cuba, un pelotazo lo tumbó. Parecía muerto. Tiempo después, despertó en el hospital. Estaba vivo. Estaba ciego.
Además de ver por los oídos, Hiladio ve por los ojos de su imaginación y su memoria, y ha encontrado la manera de contarnos lo que ve. Cámara en mano, ejerce sus artes de manosanta de la imagen. Mide la distancia por los pasos, y ajusta el diafragma según el calor del día o la frescura de la tarde. Y cuando todo está listo, apunta y hace puntería guiado por las voces o por los silencios, que nunca están callados.
Hiladio fotografía a sus vecinos, apoyados contra la pared marcada de cicatrices, y fotografía las sábanas colgadas del alambre y las jarras y los sartenes colgados de los clavos, el leve paso de las horas y las gentes, la luz del sol en el patio, y la sombra que la corta de un tajo.
No fotografía la luz de la luna, aunque la conoce bien. Cada noche, esos dedos helados le tocan la cara. Es la luna, que lo llama. Y el ciego se hace el sordo.

La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial. Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres. Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales es, sin duda, la del trabajo. En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal.
La foto que sigue constata que el reinado de Leopoldo II en el Congo durante los años 1835 y 1909 fue uno de los más sangrientos y brutales de la historia de la humanidad. En ella vemos a un padre observando las manos de su hija de cinco años después de ser cortadas como castigo por no haber recolectado suficiente caucho.
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Nuevamente nos halagan utilizando una de las imágenes de Fotoma, para ilustrar un artículo, en este caso en un blog. Es una vuelta al ya viejo tema de "qué es el arte".
ende bien, a la otra no mucho... Igual, las imágenes hablan y dicen mucho por sí solas. Un documento de una desconocida (por mí, obvio) Jessica Dimmock, que gracias a esto ganó un premio.
Tiempo atrás publiqué un artículo en este mismo blog acerca de un hallazgo que me tiene de lo más entretenido, unos ancestros míos de origen suizo-alemán, que habrían sido parte de una etnia nómade, los Yéniches, algo así como "gitanos blancos". Al punto tal me tiene fascinado el tema, que estoy intentando traer esa colección de daguerrotipos a Argentina para armar una exhibición, ya que me parece que es de un valor histórico único para la criminalística y la fotografía. Y además para mi sorpresa, ampliamente desconocido -acá y en Suiza también.

Me halagan ilustrando un tema con reminiscencias andinas, con fotos de mi autoría.
La biografía de nuestro protagonista transcurre entre los siglos XVIII y XIX. Cajetan habría nacido hacia 1773 en un pueblo llamado Blumegg, del por entonces "Gran Ducado de Baden", hoy parte del estado de Baden-Württemberg, en el Sudoeste de Alemania. Desde allí inmigró a Suiza junto a su mujer, Maria Keller, donde vivió hasta su muerte, acaecida 30 años después. En el transcurso de esas tres décadas había transitado de localidad en localidad, repitiendo sitios, rotando por varios de los cantones suizos entre los que no faltó el Valais. Llevaba siempre consigo a su familia, que fue creciendo.
quien habría nacido en Alemania, y habría estado junto a sus padres al ingresar toda la familia a Suiza. Bernhard emigraría con la "ayuda" del estado suizo junto a su propia familia compuesta de esposa y nueve hijos, rumbo a Argentina en 1856, para ser una de las doscientas Familias Fundadores de una de las primeras colonias agrícolas argentinas, con la que se iniciaría el poblamiento y
desarrollo rural de lo que luego se conocería como Pampa Gringa, en la provincia de Santa Fe. Esa colonia es Esperanza, y a él lo conocemos como Bernardo Ostertag.





Marianne Scherr (alias Anne Marie Scherr), concubina de Johann Ostertag. Similarmente a Bernhard y Katharina, ellos emigraron a Pennsylvania, EE.UU.



Kim Phuc tenía 9 años cuando su aldea fue bombardeada con napalm; la semana próxima participará de una reunión ecuménica

Un poema. Eso, debe ser un poema. Bah... por lo menos eso parece, por la forma en que están presentadas las palabras, en oraciones cortas una debajo de la otra, en párrafos. O quizá la letra de alguna canción.



_________Seguramente esta imagen le resultará familiar a más de uno. Es una alución directa a "El Grito", del pintor noruego Edvard Munch, una pintura impresionista que había sido robada de un museo (al menos una de sus tres versiones) unos años atrás.Navegando por Flickr con la pura y exclusiva intención de encontrar algún fotógrafo o aunque sea una foto que me impacte, shockee, nueva, original, con algo diferente para decir, me encontré con él. Tarea nada fácil, dada las montañas y montañas de fotos basura, ultra repetidas, recontra-vistas.
Aquí va: Rodolphe Simeon.
Hasta ahora sólo le dí un vistazo, ya lo veré más en profundidad, esto es fotografía artística (no siempre lo es, en mi opinión).

Uno de los retratos (¿o debería decir "desnudos"?) más tocantes que he visto en mucho tiempo...Pero... ¿por qué?
Lo primero que captura la atención aquí es la obvia incomodidad, la angustia reflejada en ese rostro en el que los años ya han dejado sus huellas.
Las más de las veces, los desnudos de mujer sólo intentan trasmitir erotismo, pero este no es el caso. Aquí más bien muestra vulnerabilidad, fragilidad, pudor al ojo indiscreto y anónimo de la cámara. Los centímetros cuadrados de piel al descubierto no cuentan como tales, sino sólo por el hecho de "informarnos" que tenemos ante nuestros ojos -apenas- a una mujer sin ropa.
Lleva a pensar acerca de qué hace en su vida normal esta mujer, ¿será camarera, maestra, enfermera? ¿Cuidará ancianos, quizá? ¿Ama de casa? En cualquier caso, difícil se hace imaginar a alguien acostumbrada a seducir la cámara, como podría ser una bailarina, una actriz, una modelo. No, ella no es una profesional del tema.Creo que el fotógrafo tuvo su acierto en la elección de ciertos elementos estéticos con los que ha logrado subrayar el impacto visual: el uso de mucho contraste, con sombras y colores fuertes, y rematadas por esos ojos esmeralda que complementan los del telón de fondo. Muchos de los elementos que no se usarían si se tuviera la intención de transmitir sutilezas, calidez o sensualidad.

A propósito del aniversario 40 de la muerte del Che Guevara... Todos conocemos esa fotografía del guerrillero y revolucionario argentino, que lo inmortalizó en su apogeo ideológico y político, en la Cuba de los años 60. Una imagen que lo ha convertido en símbolo primero y, casi como una paradoja, en una trivialidad después, de tantas veces que ha sido reproducida sin conocer muchos su origen.
Una familia Sami en Noruega, alrededor de 1900. También conocidos como Lapones, los Sami son uno de los grupos más numerosos de los pueblos indígenas de Europa, que habitan Sápmi, que actualmente corresponde al norte de Suecia, Noruega, Finlandia y la Península Kola de Rusia. Esta imagen es un fotocromo (una impresión monocromo de plata pintado a mano), una práctica común para aquella época .
Un miembro del Einsatzgruppe D (Grupo de tareas D) está a punto de dispararle a un hombre Judío arrdillado frente a una fosa común repleta en Vinnitsa, Ucrania, en 1942. La fotografía le fue encontrada a un soldado alemán no identificado en 1943, con la inscripción en el dorso que decía: "El último Judío en Vinnitsa". En el fondo se hallan presente miembros del Ejército Alemán , del Servicio de Trabajo Alemán y de la Juventud Hitleriana. Los Grupos de tareas eran grupos paramilitares operados por las SS antes y durante la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo a sus propios registros, fueron responsables del asesinato de más de un millón de Judíos, casi exclusivamente civiles.