miércoles, junio 22, 2011

El fotógrafo

(Texto de Eduardo Galeano, tomado del sitio Patriagrande)

Hiladio Sánchez vive en la oscuridad, como los murciélagos. Como los murciélagos, ve por los oídos. Pero los murciélagos no saben sacar fotos, Hiladio es fotógrafo, y de los buenos.

Era jugador de futbol, y de los buenos, hace veintipico de años. Jugando para la selección nacional de Cuba, un pelotazo lo tumbó. Parecía muerto. Tiempo después, despertó en el hospital. Estaba vivo. Estaba ciego.

Además de ver por los oídos, Hiladio ve por los ojos de su imaginación y su memoria, y ha encontrado la manera de contarnos lo que ve. Cámara en mano, ejerce sus artes de manosanta de la imagen. Mide la distancia por los pasos, y ajusta el diafragma según el calor del día o la frescura de la tarde. Y cuando todo está listo, apunta y hace puntería guiado por las voces o por los silencios, que nunca están callados.

Hiladio fotografía a sus vecinos, apoyados contra la pared marcada de cicatrices, y fotografía las sábanas colgadas del alambre y las jarras y los sartenes colgados de los clavos, el leve paso de las horas y las gentes, la luz del sol en el patio, y la sombra que la corta de un tajo.

No fotografía la luz de la luna, aunque la conoce bien. Cada noche, esos dedos helados le tocan la cara. Es la luna, que lo llama. Y el ciego se hace el sordo.

miércoles, junio 15, 2011

Somos una especie bruta, bruta, bruta...


De un blog amigo, copio esta publicación:

La brutalidad de Leopoldo II en el Congo
En 1897 el rey Leopoldo II de Bélgica (propietario del Estado Libre del Congo) escribía esta misiva a los Agentes del Estado del Congo.

La tarea que los agentes del Estado han de cumplir en el Congo es noble y elevada. Está bajo su incumbencia la civilización del África Ecuatorial. Cara a cara con el barbarismo primitivo, luchando contra costumbres, de miles de años de antigüedad, su deber es modificar gradualmente esas costumbres. Han de poner a la población bajo nuestras leyes, la más urgente de las cuales es, sin duda, la del trabajo. En los países no civilizados, es necesario, creo yo, una firme autoridad para acostumbrar a los nativos a las prácticas de la que son totalmente contrarias a sus hábitos. Para ello es necesario ser al mismo tiempo, firme y paternal.

La foto que sigue constata que el reinado de Leopoldo II en el Congo durante los años 1835 y 1909 fue uno de los más sangrientos y brutales de la historia de la humanidad. En ella vemos a un padre observando las manos de su hija de cinco años después de ser cortadas como castigo por no haber recolectado suficiente caucho.

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Hasta aquí la publicación. Es de notar que hay un error, porque lo que está mirando esa persona es una mano y un pie, y no dos manos... Error menor en el comentario, que de ninguna manera atenúa la atrocidad que resume esta foto.

Más fotos sobre estos crímenes, para aquellos a los que aún les dé el estómago, podrán encontrarlas aquí:


Y una reseña sobre el contexto:

Me vienen a la mente varias reflexiones y asociaciones de ideas:

Una, cuántas otras barbaridades como estas y otras muchas peores se han cometido a lo largo de la historia de la humanidad, sin que hayan quedado denunciadas tan gráficamente; agradezcamos a la fotografía y a los medios de comunicación su existencia, -obvio siempre perfectible, pero mejor que nada- que permiten denunciarlas y hacer un intento de despojar de impunidad a quienes cometen este tipo de actos.

Dos, ¿Se imaginan la conquista de América, por ejemplo? Pensar que San Bartolomé de las Casas proponía que se trajeran negros de África, para los trabajos forzados en América; su razonamiento era muy brutal y sencillo -puesto en contexto, no podía ser para menos: en defensa de los indios, consideraba que si los conquistadores españoles hubieran pagado por la mano de obra esclava, habrían cuidado de ella. Intentaba poner algún tipo de remedio a las atrocidades que se cometían con los habitantes originarios empleados para esas tareas, porque como eran "gratis", se podía cometer con ellos cualquier tipo de atropello...

Tres, gracias a personas como él, y a fotógrafos, periodistas, religiosos, y muchas otras gentes con espíritu humanitario, hemos evolucionado mucho en términos de derechos humanos. Sin embargo, la Carta de Declaración de los Derechos Humanos cumplió hace poco 50 años, pero tenemos más de 5000 años de Historia, ¿por qué esperamos tanto...???!!

Cuatro, sigue aún hoy apareciendo en más de una publicación europea, el intolerante y aberrante concepto de "Occidente (entiéndase mejor: Europa) como paradigma de la la fuerza civilizadora", una idea muy en voga en los siglos XVIII, XIX y aún durante el siglo XX, que justificó los peores colonialismos. Cada vez que me encuentro con un párrafo de ese tenor, me sigo sorprendiendo. Lo dicho, la sabiduría humana es limitada, la estupidez, infinita.

Cinco, aún hoy en países del mundo árabe y en China se sigue amputando las manos a supuestos ladrones, apedreando hasta morir a las supuestas adúlteras, etc. etc. Y ni hablar de los gringos torturando musulmanes en Guantánamo para encontrar un fantasma llamado Bin Laden... ajjjjj...!!


¡Qué p*ta vergüenza me dá esta humanidad que somos...!

PD: prometo que el próximo post será un poco más fácil de digerir, los últimos han sido bastante negros...