sábado, marzo 20, 2010

Ayyy, con esta vieja discusión...!

Nuevamente nos halagan utilizando una de las imágenes de Fotoma, para ilustrar un artículo, en este caso en un blog. Es una vuelta al ya viejo tema de "qué es el arte".

Me gusta la definición del autor: "Detenemos el tiempo con el arte." Creo haberla escuchado o leído en algún lugar antes, quizá no sea una idea original, pero es bueno recordarlo. Creo que va muy bien con la imagen que me honra haya elegido.

Esa fue la sensación que tuve cuando hice esa toma: me lo figuré al sujeto volviendo de un rutinario día más de oficina, con una esposa que lo esperaba en su casa para llenar rutinariamente lo que quedaba de la jornada, etc. Y el único refugio, su única "salvación", su único solaz, era eso: visitar esa galería de arte moderno, para escaparse, evadirse, volar, detener el tiempo que se va y se va, sin pedir permiso ni perdón...

Y mientras tanto, yo, de holgazán, visitando salas de arte (en este caso el Pompidou de París), vagando por cualquier parte, reventando pesos-dólar a cuenta de un futuro incierto... A veces pareciera que la única forma de ser libre es mandar todo al quinto demonio, y que sea lo que tenga que ser. En algún punto me sentí identificado con el observador de la foto. ¿Será que el del maletín era yo, y no el tipo ese?

Ups, me volé. Volvamos al tema del blog.

Ya que estamos con asociaciones libres: días atrás leía a Erich Fromm en "Del Tener al Ser", habla de las malas compañías. Dice que "debe tenerse en cuenta una ley de las relaciones humanas: No hay encuentro entre dos personas que no tenga alguna consecuencia para las dos. Ninguna reunión de dos personas, ninguna conversación entre ellas excepto quizá la más casual, deja a ninguna de las dos como eran, a pesar de que el cambio pueda ser mínimo..." Y lo dice en el sentido negativo, el de evitar las malas compañías, justamente para evitar ser "contaminado".

Siendo el arte, buena o mala, una expresión del ser que las produce, me pregunto si en el mismo sentido no habría que evitar la mala compañía que a veces son ciertas "obras de arte".

Yo creo que sí. Aunque claro está, no siempre es posible dado el bombardeo prepotente al que estamos sometidos todos por la industria mediática. Más que nunca, el espíritu crítico debe estar a flor de piel.

2 comentarios:

agitacion desde la periferia dijo...

yo busco otra lectura en la foto y es la del espectador de arte de vanguardia que no es capaz de diferenciar lo importante de lo accesorio, probablemente porque el transcurrir del tiempo no ha depurado, por nosotros, las creaciones artísticas interesantes de las que no lo son. Y a veces, por snobismo, por falta de formación, por lo que sea, queremos proyectar la imagen de entendidos y cultos y no nos damos cuenta que la obra de arte está detrás de nosotros y que lo que estamos observando no es una instalación de vanguardia, sino una simple cámara de seguridad de la sala.

Anónimo dijo...

Es cierto y estoy 100% de acuerdo. Por eso es que hay que andar con el barbijo puesto, para que nuestro propio espíritu no se contamine de tanto "smog crítico" que distorsiona y satura nuestro olfato y sensibilidad.