viernes, septiembre 14, 2007

A alguien le tenía que "llegar"...

En esta ocasión la protagonista es una imagen del tiempo de nuestra residencia en Saltillo, estado de Coahuila, México. Una cruz, tan frecuentes al costado de los caminos, a lo largo y ancho de todo el territorio. En este caso, en la cima de una colina, cara al oeste, con mucha visibilidad desde el camino que me llevaba a diario a mi lugar de trabajo. La distinguía un detalle muy pintoresco: estaba "vestida" con un manto de raso, lo que le quitaba esa estoica quietud más bien propia de los monumentos. El viento, al agitar esa vestidura, le daba vida, y subrayaba el contraste con el árido entorno, tan típico de esa región.

No me considero un creyente, aunque mi educación de la infancia haya sido acorde a los preceptos católicos. Quién sabe si aquella vista me habría impresionado de la misma manera, si hubiera crecido como musulmán o judío. La cuestión es que todos los días, pasaba y miraba aquella cruz, y me prometí retratarla.

Poco a poco, fui armando la imagen en mi mente. Con cada pasada, que me permitía apreciar esa vista por unos breves segundos, iba estudiando la mejor hora del día, el fondo, el cielo, juntando ideas. Finalmente fuimos. Llegamos en el momento justo, ya que se levantaban nubes de tormenta, lo que me permitió darle el toque dramático que había imaginado.

El resto ya seguramente se lo imaginan, es lo habitual: un rollo entero de tomas, y un montón de horas en el procesado digital. El resultado fueron dos o tres imágenes que consideré las más logradas. Son las que hoy se exhiben en Fotoma.com.ar

Un poeta, Gregorio Echeverría, parece que se sintió inspirado por ellas. Supongo que las encontró luego de escribir sus poemas. Y allí está.

Si recorren el sitio, encontrarán las restantes. Veré si en los siguentes blogueos las iré subiendo.

Que las disfruten.

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